14 de Agosto: Clase Inicial

Como seguramente todos ya sabemos, el aprendizaje, comienza desde el nacimiento y sigue produciéndose hasta el último día de nuestras vidas, es decir, nunca dejamos de aprender.

Numerosos estudios han demostrado que en los inicios del ciclo vital humano (hasta los 6 años aproximadamente) existen ciertos períodos en los cuales el cerebro es más susceptible y vulnerable a los estímulos provenientes del mundo exterior, lo que permite que el aprendizaje de ciertas habilidades sea más fácil y rápido. Estos períodos de sensibilidad son conocidos como ventanas de oportunidades.

Educar y estimular dentro de estas etapas resulta de suma importancia para el desarrollo de destrezas físicas y el perfeccionamiento de hablidades motoras que servirán y serán útiles en todos los años posteriores de vida.

Dentro de esta primera clase del curso tuvimos la oportunidad de percatarnos que en el hecho de dominar un movimiento tan simple como el atrapar una pelota de papel se ponen en juego numerosas habilidades como la percepción espacial y la coordinación cerebro-manual que, de no haber sido trabajadas a su edad precisa, no podrían desarrollarse con naturalidad y fluidez en la actualidad.

Por otro lado, para poder ejecutar el simple caminar que utilizamos a diario para desplazarnos de un lugar a otro requerimos necesariamente del equilibrio, el que pudimos poner a prueba siguiendo un circuito por sobre las mesas y sillas del aula. El trabajo en equipo y la coordinación motriz también juegan un rol importante en esta actividad.

Por lo tanto, para que nuestros alumnos puedan desenvolverse con normalidad, tenemos la obligación de plantearles actividades con las que puedan trabajar estas capacidades, perfeccionar sus movimientos finos y gruesos, y potenciar sus capacidades motoras que son tan provechosas y valiosas en la cotidianeidad.