Para este viernes tuvimos una experiencia distinta a las cátedras de la mayoría de los ramos ya que comenzamos con una imaginería que nos llevo a recordar buenos momentos de la infancia de cada uno de nosotros. Una imaginería o visualización creativa es la generación de una imagen mental o una imagen real de algo abstracto o invisible, en este caso ese algo abstracto fue un recuerdo de los momentos más felices y libres que cada estudiante tuvo en su niñez.
A medida que el profesor nos hacía viajar por lugares olvidados de nuestro pasado, cada uno se acordó de un momento especial o normal de la vida pero que estaba lleno de juegos, de experiencias, de averiguaciones del mundo, etc. Nos hizo cavilar en un recuerdo en específico que quisiéramos recordar con mayor detalle, de algún momento en el que estuviéramos jugando y con preguntas que nos hacían buscar más allá del simple placer de acordarse de ese momento nos hizo estar en ese tiempo tan especial.
Preguntas como: ¿Dónde están jugando?, ¿Quiénes están junto a ti?, ¿A qué juegan?, ¿Qué momento del día es?, etc. Nos hizo entrar y entrar en un mundo lleno de sensaciones que tuvimos cuando menores, donde nuestra vida era la alegría y el juego.
Así después de un rato fue cerrando esta actividad y nos fuimos acercando a la realidad, despertando llenos de sentimientos de antaño y de buenos momentos. Así luego, cada uno dibujó en una hoja blanca el recuerdo que tuvo presente hace un momento y luego de terminarlo nos unimos en grupos de 3 o 4 personas donde se comentó acerca de cada experiencia recordada, acercándonos un poco más a ese compañero que era desconocido para todos.
Así supimos que algunos eran buenos para las quemaditas, otros que jugaban en su pasaje, a otros les gustaban las escondidas o los árboles que subían con los primos, etc.
No se repitió ningún recuerdo y luego de terminar, el profesor preguntó algunas sensaciones o experiencias que alguno quisiera compartir.
Cerramos la clase con la conclusión más obvia que podíamos tener luego de esa experiencia, que nuestra generación está llena de recuerdos “dinámicos”, con esto quiero decir que, como niños tuvimos una infancia llena de exploraciones, de juegos que nos hacían curiosear, de caídas y de paradas y que nos hacen las personas que hoy somos. No así la generación en la que están los niños de hoy y con los que trabajaremos en un futuro bastante cercano, los que están acostumbrados a videojuegos y televisión, al nuevo grupo de niños hipoactivos, el nuevo término de esta nueva generación que tenemos como profesores, hacerlos descubrir un mundo que está dispuesto a cederles un lugar para sus juegos y exploraciones.
Por Gabi Poblete
A medida que el profesor nos hacía viajar por lugares olvidados de nuestro pasado, cada uno se acordó de un momento especial o normal de la vida pero que estaba lleno de juegos, de experiencias, de averiguaciones del mundo, etc. Nos hizo cavilar en un recuerdo en específico que quisiéramos recordar con mayor detalle, de algún momento en el que estuviéramos jugando y con preguntas que nos hacían buscar más allá del simple placer de acordarse de ese momento nos hizo estar en ese tiempo tan especial.
Preguntas como: ¿Dónde están jugando?, ¿Quiénes están junto a ti?, ¿A qué juegan?, ¿Qué momento del día es?, etc. Nos hizo entrar y entrar en un mundo lleno de sensaciones que tuvimos cuando menores, donde nuestra vida era la alegría y el juego.
Así después de un rato fue cerrando esta actividad y nos fuimos acercando a la realidad, despertando llenos de sentimientos de antaño y de buenos momentos. Así luego, cada uno dibujó en una hoja blanca el recuerdo que tuvo presente hace un momento y luego de terminarlo nos unimos en grupos de 3 o 4 personas donde se comentó acerca de cada experiencia recordada, acercándonos un poco más a ese compañero que era desconocido para todos.
Así supimos que algunos eran buenos para las quemaditas, otros que jugaban en su pasaje, a otros les gustaban las escondidas o los árboles que subían con los primos, etc.
No se repitió ningún recuerdo y luego de terminar, el profesor preguntó algunas sensaciones o experiencias que alguno quisiera compartir.
Cerramos la clase con la conclusión más obvia que podíamos tener luego de esa experiencia, que nuestra generación está llena de recuerdos “dinámicos”, con esto quiero decir que, como niños tuvimos una infancia llena de exploraciones, de juegos que nos hacían curiosear, de caídas y de paradas y que nos hacen las personas que hoy somos. No así la generación en la que están los niños de hoy y con los que trabajaremos en un futuro bastante cercano, los que están acostumbrados a videojuegos y televisión, al nuevo grupo de niños hipoactivos, el nuevo término de esta nueva generación que tenemos como profesores, hacerlos descubrir un mundo que está dispuesto a cederles un lugar para sus juegos y exploraciones.
Por Gabi Poblete
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