Lugar de destino: Parque Mahuida,
Hora: 9:00 hrs.
Día: Viernes 02 de Octubre 2009.
Al iniciar el camino, nos encontramos con una señalética que nos mostraba con colores las distintas actividades y tipos de superficies con que nos encontraríamos, nosotros haríamos trekking.
Mientras caminábamos nos deteníamos en diferentes lugares para escuchar los sonidos de las aves, admirábamos su vuelo, el cómo se desplazaban, vimos además lagartijas e insectos. La flora del lugar era llamativa, las flores poseían aromas característicos y colores vivos, una de ellas se llamaba añañuca y era muy similar al copihue. El profesor, en ese momento nos entregaba información acerca de ciertos árboles o animales para que pudiésemos conocer mejor lo que nos rodeaba en ese momento.
El Sendero de Chile fue el inicio de la aventura. El profesor nos contó de ésta iniciativa, la cual consistía en un desafío de crear un corredor longitudinal que conecte al país a lo largo de más o menos unos
Caminamos dentro de
Y seguimos el ascenso y en el camino nos encontramos con helechos que aún cuando tocabas una sola rama, se movían completos. Flores amarillas y lilas, vimos águilas en el cielo... y pudimos observar cuán contaminada está nuestra ciudad, contrastaba con el aire que se respiraba en aquel lugar.
En medio del camino pasaba un joven corriendo con tenida deportiva, lo vimos pasar como tres veces... ¿íbamos muy lento o él era muy rápido¿ (o ambas). Con esto pudimos notar que el parque es visitado por muchas personas aficionadas por el deporte.
La segunda parada fue para llevar a cabo propuestas educativas tanto de parte del profesor como diseñadas por nosotros. La primera de ellas fue recabar la mayor cantidad de ramas de árboles que estuvieran en el suelo, para luego escribir con ellas las palabras que decía el profesor, entre ellas estuvo MAHUIDA, AÑAÑUCA. La segunda actividad trató también de recolectar la mayor variedad de hojas de árboles, pero esta vez había que clasificarlas según nosotros lo estimáramos convenientes. Hubo resultados variados, las clasificaciones fueron por color, por forma, y tamaño. Diferenciamos además los tipos de hojas. La siguiente misión fue recoger y reunir la mayor cantidad de basura del lugar, material inorgánico que dejan las personas que pasan allí. Encontramos desde papeles ¡hasta una rueda! ¿Cómo llegó allí? una lata de gran tamaño también estaba cerca. Clasificamos la basura según sus características y reflexionamos sobre la importancia de cuidar y preservar estos espacio naturales.
Luego llegó nuestro turno, y apoyándonos en las bases curriculares tanto de educación parvularia como en los planes y programas de educación básica, debimos recoger un aprendizaje esperado y diseñar una actividad en ese espacio, dividiéndonos en 3 grupos.
En Matemáticas (EGB): Se trabajaron los conceptos de unidad, decena y centena con piedras de distintos tamaños, donde la facilitadora decía un número y el equipo que primero lo formaba con sus piedras, ganaba.
En Ed. Tecnológica/EGB): Cada equipo debía construir una casa con elementos naturales. Hubo desde fogatas hasta techos con crin de caballo.
En Lenguajes artísticos (EP): Se invitó a cazar texturas de los elementos naturales con la ayuda de lápices de colores y hojas de papel. La idea era imprimir en la hoja la textura de cada uno de estos elementos y describir características a partir de ellas, como que las superficies eran suaves o rugosas. Se capturaron desde cortezas de árbol, crin de caballo ¡hasta los dientes de una de nuestras compañeras! Luego cada uno pudo compartir con los demás su experiencia y texturas atrapadas.
Entonces comenzamos el descenso y en ello estábamos cuando el profesor nos advertía la presencia de unos reptiles muy pequeñitos... las lagartijas, había tantas en el camino que el profesor decidió tomar una de ellas que se había escondido debajo de un piedra, y terminó sólo con la cola en las manos. Ante esto, el profesor nos explicó que dicho suceso se trataba de un mecanismo de defensa que tenían las lagartijas, ya que cada vez que se sienten amenazadas, sueltan su cola, quedando libres ante cualquier amenaza... dado el nivel de estrés de la lagartija, se quedó quieta en las manos del profesor, por lo que pudimos tocarla y fotografiarla, para luego devolverla al suelo.
Al terminar nuestro recorrido, nos dirigimos nuevamente al punto de partida, apreciando por última vez el lugar, bebiendo agua aquellos que lo requerían, y subiéndonos nuevamente a la camioneta para volver a nuestros hogares o universidad, aquellos que tenían clases.
Por Tamara y Tábata :)
Qué buen relato, y qué genial que se complemente con las imágenes. Faltó la de la lagartija no más, creo yo.
ResponderEliminarMaravilloso que hagan salidas a terreno como esta, si se utilizan bien pueden generar mucho más conocimiento que el estar sentado en una sala de clases. Gran experiencia!, y gran link a las posibles actividades a realizar con niños.
Holaa! eso tiene solución :B
ResponderEliminarRevisa al final del blog, hay un álbum de fotografías de la experiencia y ahí si está la lagartija y su cola :P
Saludos!
Esta clase fue buenisima aprendi muchisimo y lo pasamos muy bien!!
ResponderEliminarLo más genial hasta ahora, junto con la plaza yungay! Me encantan las salidas a terreno, considero que uno puede aprender de manera mas concreta y divertida =)
ResponderEliminarFué interesantisima esa experiencia, descubrir como en la naturaleza podemos encontrar tanto recursos a nuestra disposición para lograr un aprendizaje más significativo y ameno para nuestros alumnos, junto con eso, el haber asistido en grupo y haber compartido nos sirvió para afianzar nuestras relaciones entre compañeros de curso =)
ResponderEliminar